Diario Madre Socorro

Adoremos a Jesús Eucaristía presentándose así mismo como LUZ del mundo y prometiéndole a los que le siguen no caminar nunca en tinieblas. Jesús es en efecto luz verdadera, viviente, sin sombras. Luz necesaria de la cual aspira todo ser racional y sin la cual no puede vivir.
Felices aquellos que caminan a la luz del Divino Maestro y a la luz de la verdad. Jesús es la luz del mundo porque da su gracia al alma de lo que es necesario creer, hacer, amar, odiar y evitar. Nuestro Señor, es el sol de toda inteligencia, es la fuente de la verdad y el espejo de toda santidad.
El misterio por excelencia es el misterio de la EUCARISTIA. Es la luz misma del verbo encarnado, de aquel que es la luz del mundo y que al crear el mundo se comunicó a el por la doble luz de la razón y de la Fe. Desde la Eucaristía, donde está Jesús verdaderamente presente, El deja sobre nosotros brillantes destellos que en cierto modo pintan en nuestra alma la imagen del sol eterno, Jesús nos habré los tesoros de sabiduría y de ciencia que hay en El.
Felices aquellos que comprenden que es cerca de nuestro Señor solamente donde se puede hallar la verdad, sin velo, sin mezcla de error, de la verdad tal cual es. Por esto todos los que necesitamos luz, vengamos al altar y seremos iluminados por el Divino Maestro para seguir sus enseñanzas y nos da sus tesoros de sabiduría y ciencias que hay en Él.
Jesús nos dice venid a mí, Yo soy el camino, la verdad y la vida, soy la luz que ilumina a todo hombre viniendo de este mundo.