Diario Madre Socorro

“En medio de mi soledad escribo”
Al caer la tarde de este día he pensado mucho en mi vida, mirar el mar es como hundirse en la calma y el silencio , la tarde va cayendo y nos lleva al silencio de la noche, y aprovecho de encontrarme a solas con mi Padre Dios.
La ansiedad, la angustia, las dudas han pasado, están al otro lado del mar, del gran océano. Tengo fe en Jesús y El es mi compañero que me ayuda a pasar a la otra orilla, porque con Jesús a mi lado, siempre puedo caminar. De repente veo lo fuerte que están las olas en el mar y me da miedo, ¿A qué? A enfrentar los problemas desde mi capacidad humana. Pero Dios está actuando a mi lado, y me da la fortaleza necesaria y confío en El, estoy segura que nunca me dejará sola, pues llevo más de cincuenta años viviendo a su lado.
Aquí en la tierra tengo otro Jesús que me apoya y me acompaña, para que los miedos del corazón vayan poco a poco desapareciendo. Con este Jesús he cambiado el miedo, por su confianza, su gracia y su amor. Sus palabras son las de Jesús que son las únicas verdaderas que hay en la vida. Con mis dos Jesús me siento segura, tengo un camino seguro y de felicidad, con firmes raíces donde la angustia ha quedado hundida en la tierra y yo firme en mi vocación seguiré caminando hasta llegar a la eternidad. Y con la ayuda de mis dos Jesús atravesaré montes, lagos y mares hasta llegar a la orilla donde encontraré el cielo para abrazar a mi Padre Dios

El ángel dijo a los pastores “Os anuncio una gran alegría”. Hoy en la ciudad de David os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Estas palabras las repite a los hombres de todos los tiempos.
También a ti, querida hermana, cual sería tu respuesta, ir a ver a Jesús, así como los pastores que inmediatamente respondieron. Vayamos a Belén a ver el suceso que nos ha dado a conocer el Señor. Y ellos caminaron presurosos y encontraron al niño acostado en el Pesebre.
Es necesario que cada día vayamos a Belén para conocer la verdad, orientar nuestra vida y descubrir nuestra historia. Belén es la garantía de que Dios te ama muchísimo, hasta que quiso nacer en un establo.
¡Oh Dios hecho niño por ti, llora como un niño!

FIN

Nos ha nacido un niño, un Hijo nos ha dado (Js.9,5). Dios en sus designios se sirve de los hombres. Se sirve del emperador A gusto para que José de Galilea de la ciudad de Nazareth de la estirpe de David se dirija a Belén en la ciu7dad de David.
Así nace Jesús, Hijo de María en extrema pobreza. El Hijo de Dios nace en el vacío y en la soledad, por que tanto amo Dios al mundo que le dio su unigénito Hijo (Jn. 3,16). Su programa de vida fue la pobreza. No vino a plantar un reino de poder y riqueza, la noche de Belén despierta ternura, humildad, alegría, esperanza y paz.
La leyenda nos cuenta que San José y María llegaron a Belén al caer la tarde. Había mucha gente en Belén, por causa del censo imperial, go9lpearon muchas puertas y un posadero después de negarle alojamiento comentó:” Este hombre ya maduro viene con esta niña de Nazareth, ¿Quién será esta niña tan joven y en cinta? ¡Porqué huyen de Nazareth?, ¿ Porque esperan el último momento?, le cerré la puerta de mi casa, mi posada es posada honesta y no quiero que tome mala fama.
Dios en sus designios se sirve de los hombres. Algunas horas más tarde u7n ángel anuncia a sus pastores. “encontrareis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre “.
Los pastores de Belén
Lo contemplan con amor
Cuando encontraron el sitio
Donde un cordero nació
Y los corderos lo miran
Con la misma devoción
Porque vieron el lugar
Donde ha nacido un pastor

FIN

En la vida para ser feliz tenemos que ser como niños.
Esta no es una opción, es un mandato del Señor. Pensemos en lo que nos dejó el profeta aquello,”Que los caminos de Dios no son nuestros caminos”, naturalmente que no. Ni sus criterios, ni sus puntos de vista, ni sus opciones, ni su escala de valores.
Esto nos sucede con muchas personas de las que convivimos, que ellos piensan y juzgan y eligen un determinado modo y siempre se hace lo contrario, pero en el caso de Jesús la cosa cambia
Jesús viene y nace para enseñarnos el camino hacia el Padre, es el camino a su reino y nos diseña como será su reino, en su reino caben todos ricos y pobres, feos y bonitos, blancos y negro, listos y tontos etc. Pero con una condición que el que quiera entrar se haga como0 un niño, como que nazca de nuevo.
¿Es este un capricho divino?, no, en absoluto, más bien es una exigencia obvia, ya que sin alma y sin ojos de niño, nadie será capaz de descubrir ese reino, ni de defenderlo. Jesús dejó dicho todo esto y co9n toda claridad y los evangelista nos recuerdan tal como San Mateo dice, 18,6 y San Marco en 9,33-37. Jesús los escuchaba a todos y callaba, porque primero se escucha y se espera el momento oportuno para hablar.
Y cuando Jesús les pregunta a sus discípulos de que venían hablando en el camino uno de ellos salta a su encuentro y le dice ¿Maestro quien es el más grande de los cielos?, entonces Jesús llama a un niño que andaba por allí y les dice: Os aseguro que si no os hacéis como niños no entraréis en el reino de los cielos. Solo quién tenga la confianza, el abandono, la mirada limpia, la ternura la sencillez, la disponibilidad, la gratitud, la inocencia la alegría y el cariño de un niño ese entrará en el reino de los cielos.
Fin

Cuando mires esta mañana el mundo que te rodea, las cosas, la gente, los acontecimientos grandes y pequeños, recuerda que Jesús camina contigo porque se ha hecho presente en la tienda de campaña de esta humanidad peregrina. Cuando ores en este día entra en ese diálogo de amor íntimo que tenía Jesús y el Padre. Cuando salgas hoy a la vida para realizar tu trabajo y a tratar con las personas, hazlo todo con amor. Que es lo que acorta todas las distancias.
Y allana todas las distancias ¿Quién te ha hecho tan pequeño? Preguntaba san bernardo a Jesús y Jesús le respondía me ha hecho el amor.

Si tienes tristeza alégrate,
La Navidad es goza
Si tienes enemigo, reconcíliate
La Navidad es Paz
Si tienes Pobres a tu lado
La Navidad es Don
Si tienes amigos, búscalos
La Navidad es encuentro
Si tienes orgullo sepúltalo
La Navidad es humildad
Si tienes deudas págalas
La Navidad es justicia
Si tienes sentimientos olvídalos
La Navidad es Amor.

En esta Navidad has tuyo los versos de San Juan de la Cruz: “Buscando mis amores iré por los montes y riberas, ni recogeré las flores, ni temeré a las fieras y pasaré los fuertes y fronteras.”
Recuerda con agradecimiento a las personas que te han ayudado a creer que son para ti una presencia alentadora en el camino. Expresa tu fe en Jesús y que su amor ensanche su corazón para que puedas correr para hacer el bien.
FIN

El evangelio de San Lucas 2, 6-8 nos cuenta que mientras estaban en Belén llegó para María el momento del parto y dio a luz su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y no acostó en el pesebre, pués no había lugar para ellos en la sala principal de la casa.
Este misterio se realizó de noche porque era un momento más simbólico. Fue este período que Dios eligió para el nacimiento de su Unigénito que debía surgir en el silencio, desconocido para la gran mayoría de los hombres. Esta revelación seguiría los lentos ritmos de la naturaleza creada como la suavidad con que nace el sol. Solamente por efecto de la gracia se podía adorar al Salvador tendido el las ásperas pajas del pesebre, entre un buey y un burro.
En ese pueblo y en ese momento toda la gente dormía tranquilamente y la quietud de la naturaleza se extendía como un manto verde por toda la región. La historia nos cuenta que bajo el frío del invierno las estrellas brillaban en el cielo azul y los pastores guardaban las ovejas en el redil. Tan solo María y José con los ángeles adoraban al Niño Dios recién nacido y en este sencillo y humilde pesebre se daba inició a una nueva era.
Aquella noche fue de un gran acontecimiento donde se unieron las dos naturalezas, una creada y la otra Divina y se hacía realidad ante los ojos humanos, pero solamente a Dios le pertenecían las cualidades para entender semejante misterio.
Para entender lo más profundo de este misterio es preciso dejar que el tiempo corra, nada sucede en la vida sin que haya un proceso con motivos que nuestra razón no alcanza por si sola a comprender, para, esto es necesaria la gracia Divina.
Actualmente vivimos una noche más fría y más dura, más injusta, más cruel, incluso las estrellas que brillan en el cielo hayan desaparecido, entonces nos podemos preguntar ¿Habrá llegado a su fin los efectos del nacimiento del Hijo de Dios? Acerquémonos al Niño Dios en la noche de Navidad, Ofrezcámosle por manos de Maria y de José. Nuestra fe y esperanza para que termine la delincuencia, los robos, la injusticia social, y para que el mundo se transforme en un Reino Glorioso
FIN

Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto por el que se debía proceder a un censo en todo el Imperio. Este fue el primer censo siendo Quirino Gobernador de Siria. Todos pués empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también estaba en Galilea, en la ciudad de Nazareth, subió a Judea a la ciudad de David, allí se inscribió con María su esposa que estaba embarazada.. Mientras estaban en Belén llegó para María el momento del parto y dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pués no había lugar para ellos en la sala principal de la casa.
En la región había pastores que vivían en el campo y por la noche se turbaban para cuidar sus rebaños. Se les apareció un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de claridad, y quedaron muy asustados. Pero el ángel les dijo “No tengan miedo, pués yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo, hoy en la ciudad de David ha nacido para Uds. un salvador que es el Mesías y el Señor. Miren como lo reconocerán, hallarán un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel y alababan a Dios con estas palabras. “Gloria a Dios en lo más alto de los cielos y en la tierra paz a los hombres”, esta es la hora de su gracia. Después que los ángeles se volvieron al cielo los pastores se dijeron unos a otros vayamos pués hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha dado ha conocer. Fueron apresuradamente y hallaron a María y a José con el recién nacido acostado en el pesebre. Todos los que escucharon a los pastores quedaron maravillados de lo que decían.
María por su parte guardaba todos los acontecimientos y los volvía a meditar en su interior.

Los Evangelios dicen que María envolvió al Niño en pañales y lo acostó en un pesebre. La presencia del buey y del borrico junto a Jesús lo decimos por tradición. El buey y el borrico son símbolos de las virtudes de paciencia, humildad, sacrificio, y espíritu de servicio. Ellos también veneraron a Jesús según la tradición. Los Magos están lejos y saben que el Mesías ha nacido, el rey está cerca y lo ignoran, ellos lo buscan para adorarlo, pero Herodes lo busca para matarlo. El Rey llamó en secreto a los magos y les pidió informe para ir también adorarlo, pero esta era una mentira.
Los Magos se guiaban por la estrella que iba delante de ellos, guiándoles el camino hasta que llegaron al lugar y encontraron a María con el Niño, lo adoraron de rodillas y fueron advertidos por Dios de que no volvieran donde herodes, regresaron por otro camino. Y al verse burlado mandó matar a todos los niños de dos años que había en Belén.
Todos los animales, fieras y ganado bendicen al Señor en la noche de Navidad.

FIN

Para prepararnos a la Navidad se puede realizar en casa de familia la CORONA DE LUCES que tiene su origen en Alemania, son costumbres pre -cristianas de los germanos. Se dice que durante el frío y la oscuridad de Diciembre, colectan coronas de ramas verdes y encienden fuegos como señalo de esperanza en la venida de la primavera. La corona de Adviento es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Los cristianos aprecian las enseñanzas de Jesús. “Yo soy la luz del mundo, el que me siga no camina en la oscuridad, si no que tendrá luz de la vida. “ Las ramas verdes recuerdan que Jesús es la LUZ ETERNA.
El círculo nos recuerda que Dios no tiene principio, ni fin. Recordamos la larga espera de la humanidad que cayendo en pecado, vivía en la oscuridad. Nosotros por el bautismo estamos llamados a ser profetas y anunciar el reino de Dios.
La corona dicha esta formada por las ramas verdes y dentro del círculo se colocan tres velas moradas y una rosada que significan, las tres moradas los tres domingos de Adviento llamados a la penitencia y la vela rosada es el símbolo de loa alegría y de la felicidad y esto se recuerda el tercer domingo de Adviento. En cada domingo se va encendiendo una vela hasta completar las cuatro que iluminan a Jesús en la noche de Navidad. En familia el pesebre y la corona se colocan en el comedor como signo de unión.
El primer domingo de adviento se inicia el adviento y reunidos como familia y pueblo de Dios iniciamos con alegría este tiempo litúrgico que nos llama a la conversión para esperar la llegada de Jesús.
Al prender la segunda vela en el segundo domingo de Adviento decimos “Caminamos a la luz del Evangelio “, cuyo mensaje es preparar los caminos, allanar los senderos. “ Ven Señor, Rey de justicia y de Paz”.
Al prender la tercera vela que es la vela Rosada se dice: Jesús es el Mesías esperado. Dejemos que el pozo de esta noticia nos convierta en luces que anuncia al Señor que llega a restaurar a nuestra familia y a nuestro país.El cuarto domingo de adviento se enciende la cuarta vela morada, aquí sentimos en el corazón la alegría de la cercanía de la Navidad. Pensamos en Maria y con ella esperamos con fervor y disponibilidad a nuestro Salvador.

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La semilla es la palabra de Dios (Lc. 12,2) es el Verbo de Dios y también es la Eucaristía. El sembrador es el sacerdote que sube al altar y toma en sus manos el copón para repartir el trigo de los elegidos que penetra en nuestros corazones, es la hostia santa que como semilla fecunda se extiende desde el corazón donde se apoya, y ha de subir al espíritu por una FE más viva, con pensamientos más verdaderos, más recogidos y más santos. Pero esta semilla Eucarística no produce en todas las personas el mismo fruto, depende del progreso espiritual que se tenga.
Podrá suceder sin embargo que no saque mucho fruto de vuestras comuniones, más entonces la falta no estará en el grano bueno que se nos dio en la sagrada mesa y que lleva siempre en si misma prodigiosa virtud, si no en el terreno que fue depositada la semilla divina. Es necesario que la semilla sepultada en la tierra quede allí porque es necesario que Jesús, el Hijo de Dios descienda en el silencio del corazón a lo más íntimo de nuestro ser.
Arrancar, arrancar la maleza que impide la comunión pueda llegar a nuestro corazón. No seáis ya vosotros los que vivís, sino que Jesús viva en vosotros y sea EL quien ame a nuestras almas, que piense en nuestra inteligencia, quien recuerde con vuestra memoria a JESÚS EUCARISTIA.
Terminemos repitiendo el salmo 12,5. Al ir iba llorando llevando la semilla, al volver vuelvo cantando trayendo sus gavillas. Los que siembran con lagrimas, cosecha entre cantares.

En el momento solemne de la cena pascual
Tomo el pan y lo bendijo dando gracias a su Padre Dios. Enseguida tomó el vino y lo cambio en su propia sangre, sangre que iba a ser derramada por los pecados del mundo. Y en virtud de sus palabras, Jesús que consagraba estaba a la vez presente en ese pan y en ese vino que nosotras en adelante podríamos afrecer al Padre de los cielos como el verdadero sacrificio de la humanidad. Por eso nos dice, "Haced esto en memoria mía". La Iglesia ha estimado que la Eucaristía tiene la gracia de las gracias. Dios en la Persona de su Hijo hecho hombre nos asimila, nos trasforma en El y nos permite participar de su vida. Esta vida la recibimos en la semilla, no en la flor, flor vendrá el día de nuestra resurrección y participaremos en la Resurrección de Cristo. "Vivo yo, ya no yo, Cristo vive en mi (Lo dijo S.S. Pablo II ), y vive en mi hermano que comulga junto a mí y vive en todos los que participamos de El. Formamos todos un solo Cristo, vivimos su vida y realizamos su misión divina.
La Eucaristía es el centro de la vida cristiana. "Porque el mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y dando gracias le bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: Tomad y Comed todos de El, porque esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros. Del mismo modo acabada la cena, tomó el cáliz, dando gracias lo bendijo y lo pasó a sus discípulos diciendo: Tomad y bebed todos de el, porque esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros. Del mismo modo acabada la cena, tomo el Cáliz dando gracias lo bendijo y lo pasó a sus discípulos diciendo: Tomad y Bebed todos de El, porque este es el cáliz de mi sangre de la Alianza Nueva y Eterna.
FIN

En una pequeña ciudad de Luciano estaba el monasterio de San Basilio y había un monje que no compartía el alborozo general que había cuando tocaban las campanas para la Misa. A este monje le asaltaba una fuerte duda que Nuestro Señor estuviera realmente presente en la Eucaristía. Aun cuando oraba sin tregua suplicando a Dios que reavivara su Fe, el terrible pensamiento lo atormentaba. Cada celebración del santo Sacrificio de la Misa renovaba su amargura, pues era el instante en que arreciaba con más fuerza la tentación.
Aquella mañana el pobre monje se revestía con las vestiduras sagradas mientras sentía su corazón más hundido que nunca en la oscuridad de la duda. Sin embargo llamado por el deber subió los peldaños del altar y comenzó la celebración. En la hora de la consagración pronunció tan claras como siempre las solemnes palabras. "Esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros "y este es el cáliz de mi sangre", pero se detuvo asaltado por la violenta incertidumbre.
De verdad era nuestro Señor Jesucristo presente y bajo las apariencias de minúsculo pedazo de pan y las pocas gotas de vino. En ese preciso instante vió asombrado que la blanca hostia se transformaba en un pedazo de carne y el vino en sangre real, la que se coaguló y se dividió en cinco fragmentos de forma irregular y de distintos tamaños. Muy asustado al comienzo, pero después lleno de alegría, permaneció cierto tiempo como en éxtasis y luego derramando lágrimas de gratitud se volvió hacia los fieles para exclamar:
Bendito sea Dios que para destruir mi incredulidad quizo manifestarse en este Santísimo Sacramento y hacerse visible a mis ojos. ¡ Vengan hermanas a contemplar!, aquí esta la carne y la sangre de nuestro amantísimo Salvador. FIN

La Eucaristía es un momento privilegiado para encontrarse con Dios, para escuchar su palabra que invita, que ilumina llama y cuestiona. Es el don total de Jesús que llega a su plenitud en la muerte de cruz y ahí se expresa que somos para Dios y somos sus hijos. De Dios lo hemos recibido todo.
Como don gratuito e inmerecido. Es un amor que en el encuentro con nuestra miseria se llena de misericordia. Es un amor que quiere tocar el centro de nuestro corazón del mundo. La experiencia de sabernos amados, buscados y llamados por Dios.
La Eucaristía entonces puede ser reparadora, en el sentido de ponernos frente a la verdad de lo que somos:
Hijos de Dios y hermanos entre nosotros. En el mandato de Jesús en la última cena nos dice: "Hagan esto en memoria mía", ahí nos está haciendo una doble invitación o mejor una invitación en dos dimensiones, por un lado se repite el gesto que El hizo con los apóstoles y por otro lado nos invita a
Hacer vida lo que ese gesto significa. La donación total de sí por el amor.
Pero no buscamos tanto el Sagrario de nuestros días, cuanto a Dios de nuestros sagrarios. En modo alguno, nuestro Dios no busca lo nuestro sino a nosotros, y nosotros no debemos buscar otra cosa que el encuentro personal con El.

El gran misterio de santificación y amor, obra del Espíritu Santo, por el cual el pan y el vino se convierten en el cuerpo y sangre de Cristo, actúa también en la persona del ministro en el momento de la ordenación sacerdotal. La unión de la Eucaristía y el sacerdocio se remonta desde el Cenáculo, se trata de dos sacramentos nacidos juntos y que están indisolublemente unidos hasta el fin del mundo.
El Sacramento Eucarístico como el de la reconciliación ha sido confiado por Cristo a los Apóstoles y trasmitido por ello y sus sucesores de generación en generación. Al celebrar la Cena Pascual e instituir la Eucaristía, el Divino Maestro cumplió su vocación. Al decir "Haced esto en Conmemoración mía puso el sello Eucarístico en su misión y uniéndolos consigo en la comunión sacramental. Mientras pronunciaba aquellas palabras" Haced esto" pensaba también en los sucesores de los Apóstoles que habrían de prolongar su misión distribuyendo el alimento de vida hasta los extremos confines de la tierra.
Solo una Iglesia enamorada de la Eucaristía engendra vocaciones sacerdotales y lo hace mediante la oración y el testimonio de santidad, dado especialmente a las nuevas generaciones.
En la escuela de la Virgen María, mujer "Eucarística" adoremos a Jesús realmente presente en las humildes especies de pan y vino. Pidamos al Señor que nunca falte al pueblo de Dios el pan que los sostenga aquí en la tierra y que la Santísima Virgen los ayude a redescubrir con asombro que toda la vida cristiana está unida a la EUCARISTIA.
"Permíteme, Señor, que aquí postrado, consciente de mi nada en tu presencia y aun temiendo pecar de irreverencia me atreva al alto honor de acompañar.
FIN

El sacramento o misterio de nuestra fe es Jesucristo y sin El no hay comunidad cristiana. He descubierto a Jesús, sacerdote y víctima, sin poder, sin protagonismo, fue sencillo y humilde.
Yo comulgo con Cristo poniendo mi vida en manos del Padre, como una hostia espiritual. Comulgo cuando le digo al Padre, me diste una vida, unas cualidades, una esperanza, las pongo sobre tu altar, junto a tu hijo, para seguir sus pasos, perdonando, consolando y amando.
Al pensar en nuestra sociedad podemos decir que en estos tiempos difícilmente los cristianos acogemos la Eucaristía con el Espíritu de Jesucristo, estamos rodeados de estructuras y pensamientos antievangélicos donde la justicia se hace imposible, donde la economía no nos permite soñar en una mejor distribución de las riquezas.
De esta manera comulgar se convierte en un rito piadoso que solo nos ayuda a sentirnos buenos, pero no ha cambiar de vida y se nos hace difícil reconocer la miseria que respiramos. Es suficiente gritar que los pobres no pueden esperar, porque los pobres han esperado siempre y seguirán esperando.
Comulgar pués con Jesús, es comulgar con su corazón fraterno y solidario. Es ofrecer nuestra vida como una hostia Espiritual. Este debe ser nuestro auténtico culto y que la gracia de Jesús, esté con nosotras.
FIN

1 Corintios, 13
Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los Angeles.
Si me falla el amor sería como bronce que suena o campana que retiñe.
Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios, -- el
saber más elevado --, aunque tuviera tanta Fe como para trasladar montes, si
me falta el AMOR nada soy...
Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el AMOR, de nada me sirve.
El AMOR es paciente y muestra comprensión. El AMOR no tiene celos, no aparenta, ni se infla. No actúa con bajeza ni busca a su propio interés, no se deja
llevar por la ira y olvida lo malo.
No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo. El AMOR nunca pasará las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas, ya no servirá el saber más elevado. Porque este saber queda muy imperfecto, y nuestras profecías también son algo muy limitado, y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá.
Cuando era niño, hablaba como niño y razonaba como niño, pero cuando me hice hombre dejé de lado las cosas de niño. Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo como y hay que adivinarlas, pero entonces las veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido. Ahora pues son válidas la fe, la esperanza, el AMOR, las tres, pero la mayor de estas tres es el AMOR.
AMEMOS A NUESTRO PROJIMO

Cada día llegamos al pie del altar, porque Jesús está ahí en el Tabernáculo, El nos llama para reunirnos con El y compartir juntos un momento de amistad
Jesús es nuestro amigo amoroso, El esta en el cielo con el Padre, pero también aquí en el Sagrario, en el pan de la eucaristía y junto a nosotros está María la madre de Jesús, por eso de pie le cantaremos una canción.
Te ofrecemos Señor las flores perfumadas como signo de nuestro amor, de alegría, de agradecimiento y de compañía. En la Eucaristía Jesús está vivo y presente en el pan que adoramos y también en el Sagrario. Jesús es nuestro maestro y le damos gracias diciéndole: Señor, te doy gracias y te bendigo por la inmensidad de tu amor, por el gran regalo de la Eucaristía.
Por amor actualiza y renueva en ella el misterio pascual, y TU te das de alimento en la comunión y permanece con nosotros en el sagrario, que de ahí yo saque agua con gozo de la fuente de la salvación, que comprenda y viva cada vez mejor la Eucaristía, que yo reciba siempre con Fe y Amor y que sea capaz de visitarte diariamente en este Sagrario.
Jesús manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo.

Adoremos a Jesús Eucaristía presentándose así mismo como LUZ del mundo y prometiéndole a los que le siguen no caminar nunca en tinieblas. Jesús es en efecto luz verdadera, viviente, sin sombras. Luz necesaria de la cual aspira todo ser racional y sin la cual no puede vivir.
Felices aquellos que caminan a la luz del Divino Maestro y a la luz de la verdad. Jesús es la luz del mundo porque da su gracia al alma de lo que es necesario creer, hacer, amar, odiar y evitar. Nuestro Señor, es el sol de toda inteligencia, es la fuente de la verdad y el espejo de toda santidad.
El misterio por excelencia es el misterio de la EUCARISTIA. Es la luz misma del verbo encarnado, de aquel que es la luz del mundo y que al crear el mundo se comunicó a el por la doble luz de la razón y de la Fe. Desde la Eucaristía, donde está Jesús verdaderamente presente, El deja sobre nosotros brillantes destellos que en cierto modo pintan en nuestra alma la imagen del sol eterno, Jesús nos habré los tesoros de sabiduría y de ciencia que hay en El.
Felices aquellos que comprenden que es cerca de nuestro Señor solamente donde se puede hallar la verdad, sin velo, sin mezcla de error, de la verdad tal cual es. Por esto todos los que necesitamos luz, vengamos al altar y seremos iluminados por el Divino Maestro para seguir sus enseñanzas y nos da sus tesoros de sabiduría y ciencias que hay en Él.
Jesús nos dice venid a mí, Yo soy el camino, la verdad y la vida, soy la luz que ilumina a todo hombre viniendo de este mundo.

El Maestro le dice a la Samaritana, "Si conocieras el don de Dios, si supieras quien es el que te ha dicho, DAME DE BEBER".
Oh Jesús mío, permtidme que postrado humildemente delante de vos, presente en la hostia, me pregunte bajo vuestra mirada, ¿Quién es este?, ¿Quién es el que quiere hablar a mi alma?, ¿Quién eres oh Jesús mi salvador?. Si los hombres te conocieran mejor cuanto cambiaría el mundo, pero para muchos eres un desconocido. Por eso Jesús no ocupa en nuestras vidas el lugar que deberías ocupar. Jesús debe ser el todo para nosotras. En El encontramos la vida de la gracia aquí abajo y la vida de la gloria en el cielo. "Yo soy la Resurrección y la Vida. Jesús en la hostia debería ser el centro de nuestra vida y acercarnos a El cada día..
"Oh Jesús Sacramentado", dígnate penetrar tu pensamiento en mí, para que yo os adore oculto en esta Hostia como a mi creador, mi salvador, mi soberano mi Dios Y mi todo.
"Oh Jesús, no solo habéis querido ser nuestro amigo, también queréis ser nuestro Maestro, El Maestro, así se llamaba en la casa de Betania, el Maestro está ahí y te llama decía Marta a su hermana. Pero muchos dirán, en el tabernáculo Jesús está Mudo.
Os suplico, Señor, que nos hagáis comprender a Todos que una cosa solo es la necesaria; "Conoceros cada día mas y vivir unidos a ti, Señor."