Wednesday, November 09, 2005

 

La Eucaristía fuente de consuelo.

Al iniciar nuestra meditación nos apoyaremos en las palabras del salmo 41 que nos dice:
Mi alma tiene sed de Dios
¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Como busca las siervas corrientes de agua,
Así mi alma te busca a Ti, Dios mío.
Adoremos aquí a Jesús feliz de usar su Omnipotencia a favor de su cierva que busca consuelo en el agua de la vida y nos da una muestra de su ternura incomparable que encierra en su corazón. Solo El nos puede decir desde la Eucaristía palabras consoladoras, "No llores porque yo soy la fuente del agua viva".
Pero N. Señor vino al mundo, llamó a todos los afligidos y a todos angustiados, prometiéndoles consolarlos y levantarlos y ha mantenido hermosamente su promesa. Todos los que han venido a El han encontrado en su persona adorable el apoyo, el socorro, la fortaleza y el consuelo de que necesitaban.
Oh buen Jesús, nosotros te adoramos en la Eucaristía y te llevo cada día en mi alma, eres mi consuelo, mi paz y mi dicha, quiero estar muy cerca de Ti y contemplar tu rostro lleno de bondad y de amor.
¿No hay en esto una fuente inagotable de valor y de consuelo para el corazón que ama?. Si, el corazón de Jesús a tenido a bien unirse a corazones humanos
E inclinarse a ellos, para llorar juntos. Dulces lágrimas de amistad, de compasión tierna y de amor a nuestras almas. Pero sobretodo en el altar es donde Jesús muestra su verdadero consuelo por las almas que El llama. No es para nosotras difícil encontrar en Jesús Hostia una mirada penetrante que vea hasta lo más intimo de nosotros mismos, un corazón inteligente y tierno para comprender y para sentir, una mano poderosa para sostener y para curar. Solo Jesús Sacramentado tiene un bálsamo para todas las heridas
Solo tu Señor, eres la fuente de todo consuelo. FIN

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